Es de conocimiento Publico la situación de alta tensión en la Araucanía, donde enormes contingentes de fuerza publica, están haciendo una labor preventiva de ciertos eventos de violencia contra civiles y empresarios….No me referiré a esto porque desconozco detalles y me niego a ver lo peor , cuando la realidad me muestra lo contrario.
Con un clima que no invita a exponerse y en condiciones bastante precarias, decenas de familiares de los pasajeros de la avioneta siniestrada en las costas de Tirua, bella caleta frente a Isla Mocha, esperan las novedades sobre las diferentes operaciones de búsqueda que realizan nuestras Instituciones Armadas, de Orden y Civiles.
En ese escenario poco alentador y lleno de dolor, rompe todo esquema la participación de las fuerzas de orden de la mano de grupos de la Etnia Mapuche que se suman tanto en la búsqueda como en la atención de necesidades básicas de esos familiares que hacen vida bajo un toldo enfrentando la inclemencia del tiempo ,alrededor del centro de operaciones esperando cualquier novedad.
Como corresponsal y director de las operaciones civiles de cazadores de la historia, me toco vivir esta y otras conmovedoras historias que consiguieron hacerme sentir y hacerme contraparte de estas disputas que enlodan nuestra esencia y la de las instituciones, que por obediencia deben reprimir y hacer el trabajo sucio de alguien con mucho poder, obligándolos al enfrentamiento entre hermanos .
Me toco ver como familias mapuches albergaron a familiares y gente que se acerco en forma voluntaria a esas latitudes para ayudar en la búsqueda, también vi como agrupaciones compuestas por viejos y jóvenes mapuches se acercaron con su fe a pedir en sus ritos, por las victimas e hicieron fogones para cocinar algo caliente y así apalear las necesidades e incluso agasajar con su cocina a los dolidos familiares y contingente apostados en el sector. Mas impactante aun fue ver a un anciano y su nieto llegar a pie a estas instalaciones lejanas del pueblo por varios kilómetros en lo alto de un cerro, con un pesado saco de harina y todo lo necesario para hacer pan, claro en nuestro consiente urbano o “Civilizado” se pensó en no aceptar tan enorme obsequio, pero de acuerdo a un lugareño que estaba con la familia, era peor rechazarlo ya que seria considerado como una ofensa para este hombre digno representante del pueblo Mapuche, Claro esto no lo muestra nuestra prensa amarillista que se alimenta de la tragedia y el dolor cuando en ese mismo escenario había para rescatar mucho Amor y Entrega.
Comparto con ustedes algunas escenas que me llenaron de esperanza y de los mejores deseos para sus protagonistas.
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